La conocida amenaza de los gusanos barrenadores carnívoros ha reaparecido en América del Norte y Central después de décadas de exitosos esfuerzos de erradicación. Este resurgimiento plantea un riesgo grave para el ganado, las mascotas, la vida silvestre (e incluso los humanos), lo que genera preocupación sobre la posible propagación de la criatura hacia el norte, hacia los Estados Unidos.
Los gusanos barrenadores del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax), llamados acertadamente por sus espantosos hábitos alimentarios, son moscas parásitas cuyas larvas se introducen en la carne viva y causan heridas graves que pueden llegar a ser mortales si no se tratan. Las hembras de los gusanos barrenadores, aproximadamente del tamaño de una mosca doméstica común, se sienten atraídas por el olor de las heridas abiertas (incluso aquellas tan pequeñas como las picaduras de garrapatas) y ponen hasta 3.000 huevos dentro o alrededor de ellas. En 24 horas, los gusanos eclosionan y comienzan a consumir tejido vivo, dejando un rastro de carne podrida y llagas malolientes que dificultan la curación.
Si bien el ganado es el animal más comúnmente afectado, cualquier criatura de sangre caliente puede ser víctima de estos parásitos, incluidos los ciervos, los perros e incluso los humanos. Los gusanos barrenadores prosperan en regiones tropicales y subtropicales, donde completan su ciclo de vida rápidamente. Después de una semana de alimentación, los gusanos abandonan a su huésped para excavar en el suelo y convertirse en pupas, para finalmente emerger como moscas adultas listas para perpetuar el ciclo.
Una victoria ganada con esfuerzo, perdida brevemente
En una notable hazaña de control de la salud pública, los gusanos barrenadores fueron erradicados con éxito de la mayor parte de América del Norte y Central en la década de 1960 mediante un programa innovador llamado “Erradicación del gusano barrenador”. Esto implicó liberar estratégicamente moscas macho estériles en áreas infestadas. Dado que las hembras de los gusanos barrenadores se aparean sólo una vez, el encuentro con estos machos infértiles provocó una disminución de la descendencia viable y, en última instancia, acabó con la población. El éxito del programa se extendió más allá de las fronteras, abarcando los Estados Unidos, México y Panamá hasta 2006, cuando se declaró completa la erradicación desde los Estados Unidos hasta el Tapón del Darién, una densa jungla que separa Panamá y Colombia.
Esta victoria, obtenida con tanto esfuerzo, ahora se ve amenazada por un sorprendente resurgimiento del gusano barrenador en Centroamérica. Panamá reportó apenas 25 casos en 2022; pero este número se disparó a más de 6.500 en 2023, extendiéndose a ocho países en septiembre de 2023. Estas infestaciones se han acercado alarmantemente a la frontera entre Estados Unidos y México, y se han encontrado casos confirmados a menos de 110 kilómetros al sur de Texas.
¿Por qué están regresando los gusanos barrenadores?
Las razones exactas detrás de este repentino aumento aún no están claras. Sin embargo, se sospecha que varios factores contribuyentes:
- Interrupciones en la producción de moscas estériles: La pandemia de COVID-19 puede haber obstaculizado la capacidad de mantener las operaciones de las fábricas de moscas en su nivel óptimo durante períodos críticos de esfuerzos de erradicación.
- Inspecciones laxas de animales: Los controles inadecuados del ganado que entra y sale de los países brindan oportunidades para que los gusanos barrenadores viajen sin ser detectados, especialmente cuando los animales no muestran signos externos de infestación.
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Deforestación en el Tapón del Darién: La barrera natural que separa Panamá y Colombia ha experimentado deforestación, lo que potencialmente abre nuevas vías para la dispersión del gusano barrenador.
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Cambio climático: Los cambios en la temperatura y los patrones de lluvia pueden estar creando condiciones más favorables para que los gusanos barrenadores prosperen en áreas que antes no eran adecuadas.
- Subnotificación de casos: Es posible que las infecciones por animales silvestres no siempre se informen con prontitud, lo que dificulta evaluar completamente el alcance de la infestación en algunas regiones.
Preparándose para posibles brotes: una carrera contra el tiempo
Si bien aún no se han detectado infestaciones de gusanos barrenadores en los Estados Unidos, la situación está siendo monitoreada de cerca. El USDA ya ha tomado medidas, incluido el refuerzo de los esfuerzos de vigilancia a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y el establecimiento de una nueva fábrica de gusano barrenador en México. Actualmente se han desplegado casi 8.000 trampas a lo largo de la frontera para capturar y analizar posibles infestaciones.
También se han aprobado nuevos medicamentos dirigidos a los gusanos barrenadores para su uso en ganado vacuno y perros, lo que proporciona herramientas valiosas para una intervención temprana. Además, las campañas de educación pública tienen como objetivo aumentar la conciencia entre los propietarios de ganado y los veterinarios sobre el cuidado adecuado de las heridas y la notificación rápida de los casos sospechosos.
El brote actual pone de relieve el delicado equilibrio entre el éxito de la erradicación y la vigilancia continua. Subraya la necesidad de una colaboración internacional sostenida y sistemas sólidos de vigilancia de enfermedades, componentes críticos para prevenir un resurgimiento generalizado que podría infligir daños económicos y ecológicos sustanciales en ambos lados de la frontera.


































