Una nueva investigación revela que la inteligencia artificial ahora puede corromper las encuestas de opinión pública a gran escala, pasando todos los controles de calidad e imitando las respuestas humanas sin ser detectada. Esto plantea una grave amenaza a las predicciones electorales, la investigación científica y la integridad del discurso público.
La vulnerabilidad de las encuestas
Un estudio de Dartmouth, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, demuestra con qué facilidad la IA puede manipular los resultados de las encuestas. Los investigadores crearon una herramienta de inteligencia artificial simple, un “encuestado sintético autónomo”, que opera a partir de un mensaje de 500 palabras y evadió con éxito la detección en el 99,8% de las comprobaciones de atención diseñadas para identificar respuestas automatizadas. La herramienta no cometió errores en acertijos de lógica y adaptó las respuestas a datos demográficos asignados al azar, lo que hizo que los datos parecieran completamente legítimos.
Con qué facilidad se pueden invertir los resultados
Las implicaciones son crudas: agregar tan solo de 10 a 52 respuestas falsas de IA a las principales encuestas nacionales antes de las elecciones de 2024 podría haber cambiado el resultado previsto. Cuando se programó para favorecer a los demócratas o a los republicanos, los índices de aprobación presidencial oscilaron del 34% al 98% o al 0%, y el apoyo electoral genérico pasó del 38% republicano al 97% o al 1%.
El incentivo financiero y la falta de detección
El incentivo financiero para utilizar la IA es significativo. Los encuestados humanos suelen ganar 1,50 dólares por completar una encuesta, mientras que los robots de inteligencia artificial pueden completar la misma tarea por aproximadamente cinco centavos. Un estudio reciente encontró que el 34% de los encuestados ya había utilizado la IA para responder preguntas abiertas de una encuesta. Fundamentalmente, todos los métodos actuales de detección de IA no lograron identificar la herramienta de IA utilizada en el estudio de Dartmouth.
Más allá de las elecciones: una crisis para la investigación
El problema se extiende mucho más allá de las encuestas electorales. Las encuestas son fundamentales para la investigación científica en todas las disciplinas, incluidas la psicología, la economía y la salud pública. Miles de estudios revisados por pares se basan en datos de encuestas para informar la investigación y dar forma a las políticas. Si los datos de las encuestas son envenenados por la IA, todo el ecosistema del conocimiento está en riesgo.
La necesidad de transparencia y verificación
El estudio aboga por la transparencia de las empresas que realizan encuestas, exigiéndoles que demuestren que sus participantes son personas reales. Se necesitan nuevos enfoques para medir la opinión pública, enfoques diseñados para un mundo de IA. Existe la tecnología para verificar la participación humana; la pieza fundamental que falta es la voluntad de implementarlo. Si no se toman medidas ahora, la integridad de las encuestas y la rendición de cuentas democrática se verán aún más erosionadas.



































