Venus, el inhóspito gemelo de la Tierra, es famoso por su desbocado efecto invernadero y su aplastante atmósfera. Pero más allá del calor de la superficie, el planeta alberga otro extremo: vientos al nivel de las nubes que corren alrededor del planeta 60 veces más rápido que la rotación de la superficie, un fenómeno llamado superrotación. Si bien los científicos conocen desde hace mucho tiempo este extraño comportamiento atmosférico, el motor exacto que lo impulsa sigue sin estar claro. Ahora, una nueva investigación de Lai et al. apunta a un culpable sorprendente: los ciclos de calor diarios.
El misterio de los vientos venusianos
En la Tierra, nuestra atmósfera generalmente gira con el planeta. No en Venus. Allí, las nubes azotan el mundo a más de 100 metros por segundo (más rápido que un huracán de categoría 5). Esto es especialmente extraño teniendo en cuenta que Venus gira increíblemente lento: un día dura 243 días terrestres. La pregunta siempre ha sido: ¿qué hace que la atmósfera se mueva tan rápido? Las teorías anteriores se centraban en las interacciones entre corrientes atmosféricas, ondas planetarias y mareas térmicas. Pero las contribuciones precisas de cada proceso eran confusas.
Nuevos hallazgos: mareas térmicas diarias
El último estudio, publicado en Eos, aprovecha datos de los satélites Venus Express de la Agencia Espacial Europea y Akatsuki de Japón. Estas misiones rastrearon cómo la atmósfera de Venus curva las ondas de radio, lo que permitió a los investigadores mapear las mareas térmicas (patrones de movimiento del aire causados por la luz solar que calienta el planeta).
Tradicionalmente, los científicos creían que las mareas semidiurnas (dos ciclos por día venusino) eran el principal impulsor de la superrotación. Sin embargo, esta investigación revela que las mareas diurnas (un ciclo por día) desempeñan un papel mucho más dominante de lo que se suponía anteriormente. El análisis del equipo, que incluye la primera mirada detallada a las mareas térmicas en el hemisferio sur de Venus, muestra que estos ciclos de calor diarios transportan eficientemente el impulso hacia las gruesas capas de nubes.
“Las mareas diurnas parecen ser los principales contribuyentes a los rápidos vientos, lo que sugiere que el calentamiento diario es un factor clave para sostener la superrotación de Venus”.
Por qué esto es importante
Comprender la superrotación de Venus no se trata sólo de este planeta. Muchos planetas rocosos que orbitan cerca de sus estrellas giran lentamente, lo que los convierte en candidatos principales para fenómenos atmosféricos similares. Al desentrañar los impulsores detrás de los vientos de Venus, los investigadores pueden obtener información sobre las atmósferas de los exoplanetas y cómo se comportan en condiciones extremas. Aún se necesitan más aclaraciones sobre las mareas diurnas, pero este trabajo representa un paso significativo hacia la comprensión de la dinámica de las atmósferas planetarias más allá de la Tierra.
En resumen, el calentamiento diario de Venus por parte del Sol es un potente motor que mantiene su atmósfera agitada a velocidades imposibles. Este descubrimiento subraya cuán dramáticamente diferentes pueden ser las atmósferas planetarias y resalta la importancia de las mareas térmicas en la configuración del clima en otros mundos.


























