Millones de estadounidenses mayores que dependían de medicamentos como Ozempic para perder peso ahora enfrentan recortes abruptos en la cobertura de sus planes Medicare Advantage, lo que pone de relieve un conflicto creciente entre el acceso de los pacientes y el control de los costos del seguro.
El atractivo de las nuevas drogas
Durante años, muchas personas mayores lucharon contra la obesidad y problemas crónicos de peso a pesar de los repetidos intentos de utilizar métodos tradicionales. Mary Bucklew, una jubilada de 75 años, describió décadas de dietas y rutinas de ejercicio fallidas que produjeron resultados mínimos duraderos. Eso cambió en 2023 cuando su médico le sugirió Ozempic, un medicamento originalmente destinado a la diabetes tipo 2 pero que también es eficaz para perder peso.
Medicare en sí no cubre Ozempic para bajar de peso; sin embargo, muchos planes Medicare Advantage comenzaron a cubrir el medicamento, a menudo con costos de bolsillo mínimos para los pacientes. El medicamento alteró drásticamente el apetito de la Sra. Bucklew, haciendo que desaparecieran los antojos poco saludables y aumentando sus niveles de energía. Perdió 25 libras en seis meses y se sintió más saludable que en años.
Reversiones repentinas de cobertura
La situación cambió abruptamente cuando el plan Medicare Advantage de la Sra. Bucklew eliminó la cobertura de Ozempic, a pesar de que su equipo de atención médica argumentó que era necesario. Este no es un caso aislado; A muchas personas mayores ahora se les niega el acceso a medicamentos para bajar de peso en los que alguna vez confiaron, incluso si sus médicos los consideran médicamente esenciales.
La tendencia está impulsada por las compañías de seguros que buscan contener los costos. Ozempic y medicamentos similares son caros y, si bien Medicare los cubre para la diabetes, cubrirlos únicamente para la pérdida de peso se considera un gasto discrecional. Los planes Medicare Advantage, que dependen de contratos con aseguradoras privadas, están bajo una presión cada vez mayor para reducir el gasto, a menudo a expensas del acceso de los pacientes.
Las implicaciones más amplias
Esta situación plantea preguntas críticas sobre la asequibilidad de la atención médica y el papel de los planes Medicare Advantage. Si bien estos planes a menudo ofrecen beneficios adicionales como cobertura dental o de la vista, también pueden imponer límites más estrictos al acceso a los medicamentos.
Los recortes obligan a los pacientes a pagar de su bolsillo (más de 1.000 dólares al mes para Ozempic) o a interrumpir el tratamiento. Esto afecta desproporcionadamente a las personas mayores con ingresos fijos, exacerbando las disparidades de salud y socavando la eficacia de las nuevas terapias para bajar de peso.
Las abruptas reversiones de cobertura subrayan la naturaleza precaria del acceso a la atención médica para los estadounidenses mayores, donde las decisiones sobre seguros pueden anular la necesidad médica. Hasta que los cambios sistémicos aborden la contención de costos sin sacrificar la atención al paciente, muchas personas mayores seguirán atrapadas en un ciclo de incertidumbre en materia de cobertura.





























