Explosión monstruosa de una estrella cercana amenaza los planetas habitables

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Se ha detectado una poderosa erupción en una estrella enana cercana, capaz de despojar de la atmósfera a cualquier planeta similar a la Tierra que la orbite. Este hallazgo, publicado en la revista Nature, es la primera observación confirmada de una eyección de masa coronal (CME), una inmensa explosión de plasma, originada en una estrella más allá de nuestro sol. Comprender estos poderosos eventos estelares es crucial para los astrónomos que buscan mundos habitables.

El descubrimiento se realizó analizando una “ráfaga de radio tipo II” emitida desde StKM 1-1262, una estrella a unos 40 años luz de distancia. Estas explosiones ocurren cuando las CME aceleran a través de la atmósfera exterior de una estrella hacia el espacio, creando ondas de choque que generan ondas de radio detectables en la Tierra. Aunque se habían teorizado anteriormente eventos similares, esta observación proporciona la evidencia más convincente hasta la fecha de que una CME se originó en otra estrella.

StKM 1-1262 pertenece a la clase de enanas M: más pequeña, más fría y más activa que nuestro sol. Son frecuentes erupciones y CME, lo que los convierte en objetivos principales para la búsqueda de exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar). Las enanas M son especialmente atractivas porque los planetas que las rodean tienden a formarse más cerca de sus estrellas, lo que las hace más fáciles de detectar.

Sin embargo, esta intensa actividad presenta un desafío importante. La “zona Ricitos de Oro”, la región alrededor de una estrella donde las condiciones podrían permitir que exista agua líquida en la superficie de un planeta, está mucho más cerca de una enana M que de nuestro sol. Esto significa que cualquier hipotético planeta similar a la Tierra en esta zona habitable estaría sujeto a CME mucho más frecuentes e intensas.

“Uno de los problemas podría ser que estas CME ocurren con tanta regularidad, y golpean los planetas con tanta regularidad, que despojan la atmósfera”, explica el Dr. Joe Callingham, autor principal del estudio y radioastrónomo del Instituto Holandés de Radioastronomía. “Entonces, genial, estás en la zona Ricitos de Oro, pero no tienes ayuda aquí porque la actividad estelar destruyó [las posibilidades de vida]”.

El equipo de investigación utilizó la red de telescopios Low Frequency Array (LOFAR) en Europa para detectar la ráfaga de radio inicial. LOFAR es actualmente el radiotelescopio más sensible jamás construido y se necesitaron técnicas sofisticadas de procesamiento de datos para identificar esta débil señal. Observaciones posteriores con el telescopio espacial XMM-Newton de la ESA confirmaron que StKM 1-1262 era efectivamente una enana M y proporcionaron información crucial sobre su velocidad de rotación y brillo en rayos X. Esto permitió al equipo calcular la velocidad de la CME, que fue registrada a casi 1.500 millas por segundo (2.400 kilómetros por segundo).

Esta velocidad excepcional, junto con la alta densidad de la CME, sugiere que sería capaz de eliminar las atmósferas de cualquier planeta en órbita cercana alrededor de StKM 1-1262. Si bien LOFAR ha demostrado ser eficaz para este descubrimiento, el equipo anticipa un avance futuro con el Square Kilometer Array (SKA), un conjunto de radiotelescopios aún más grande actualmente en construcción en Australia y Sudáfrica. Se espera que el SKA esté operativo en la década de 2030 y debería aumentar drásticamente nuestra capacidad para detectar CME extrasolares, permitiendo a los astrónomos mapear su frecuencia y características en diferentes tipos de estrellas.

Comprender la frecuencia y la gravedad de estos estallidos estelares perfeccionará nuestra comprensión de la habitabilidad planetaria alrededor de estrellas más pequeñas y comunes, como las enanas M.